Puede que alguna vez mi dolor sea la razón de la risa de alguien, pero lo que nunca he hecho, ni haría, sería permitirme que el motivo de mi risa sea a causa del dolor que le pude causar a alguien:
“Ya perdoné errores casi imperdonables, traté de sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables;
Hice cosas por impulso, me decepcioné con personas cuando nunca pensé decepcionarme, mas también decepcioné a alguien;
Ya abracé para proteger, me reí cuando no podía, hice amigos eternos, ya amé y fui amado; fui amado y no supe amar pero también fui rechazado;
Ya grité y salté de felicidad, viví solo de amor e hice juramentos eternos; lloré escuchando música y viendo fotos, llamé solo para escuchar una voz, ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia, ya tuve miedo de perder a alguien especial (y terminé perdiéndolo) ¡pero sobreviví! ¡Y todavía vivo!
No paso por la vida… y tú tampoco deberías pasar… ¡Vive!
Bueno es ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivir con pasión, perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho para ser insignificante.”
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